12.02.2010

ON

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Despierte.
Trate de respirar.

Espere mientras se reinicia el equipo.

11.30.2010

Penúltimo día de noviembre

- Esta mujer está muy enferma, hay que llevarla a un hospital.
- ¿Qué es doctor?
- Un edificio grande lleno de enfermos. Y a veces no hay camas.





Hay que contar
con que las personas son personas
o que hay días que cavernas
con un sinfín de sombras confusas
aullando al otro lado.

Indefenso
ante la monotonía invernal y otros azares
dejo que me roben la cartera
vuelvo a casa, anulo mis tarjetas
y sólo aguanto ante la tele
hasta el tercer gol del Barcelona.

Ya lo sé, no me hago cruces,
peor es estar sin casa o compañía
con el frío
y este hermoso diciembre que nos coge
como cada año
con el pie medio torcido.

Ya lo sé
yo aún puedo permitirme
tener sueños y tabaco.
Y quejas banales.
La vida me sonríe.

Pero a cada uno
acaban por picarle sus pelotas.

Ya al final del día
que tuvo hermanos más alegres
es difícil de explicar la tristeza,
la melancolía de aviones surrealistas
y agentes de policía en VHS.
La carcajada
que se me ha muerto en el pecho
con la neumonía que ha matado a Leslie Nielsen.

Eso sí que ya
no venía a cuento.

11.29.2010

Odios modestos

Sin distinción
veo a todos esos viejos en la tele
a los Pinochet, los Franco
los Stalin
ese personaje lamentablemente cómico
que es Hitler.

Veo a De Juana
veo a todos esos grimosos coreanos
vestidos de Rambo
exhibiendo cabezas nucleares.
O al loco ese de Irán.
Qué miedo tú.
O al pederasta ese de Austria
a los yanquis gordos que compran metralletas.

Al violador del chándal.
Bueno, en fin
todos esos monstruos que salen en la tele.

Los veo
y me invade la ensoñación poco probable
de contratar un par de negros empapados en crak
que practicaran el medievo con sus culos.
Qué hermoso sería para entonces
tener una katana.

Lo que pasa es que al igual
que ciertas desgracias, ciertos odios
me quedan demasiado lejos.
Uno se desapasiona.

Pero así, de diario
a los padres de los niños
que gritan en el cine
a los que me hacen partícipe
de su reaggeton con el móvil
sobre todo a ese vecino
incapaz de dar las buenas tardes
qué ganas tan plausibles
tan cercanas
de arrimarles una hostia.

Y eso que yo
soy un tipo pacífico.

11.25.2010

Sabe, doctor

Hago que leo
pero recuento matrimonios
de ancianos con radiografías
y pocos planes de futuro.
Huelen a casa corriendo
a cena, a sopa caliente
a pieza de fruta
a abrígate que ya refresca.


Yo solía
entrar en los hospitales de otra forma
tras despeñarme jugando al escondite
o después de rematar el aparador de la entrada
buscando mis coches.
O tras los cuchillos.
Tras la bici.
Tantas veces tras el fútbol.
Con la cabeza alta
y los tobillos rotos.


Yo solía ser joven.


Y ahora me veo temblando
cuando se abre la puerta y oigo
mi nombre, cuando el doctor me dice
vamos a cortar por aquí y por aquí.
Cuando dice anestesia.
Cuando dice análisis. Sobre todo
cuando no encuentro carrera
que justifique tanto punto, por qué
si yo esta vez no he tropezado.


Para qué tanta cicatriz
tanta costura si en verdad
nadie ha dado nunca con la herida.


Adiós doctor.
Sabe
yo solía
salir de los hospitales de otra forma


11.22.2010

Espe

Lamento el vocabulario
pero es tan prosaico, tan poco poético
tan incómodamente doloroso
este malestar anal que a veces
despierto como si acabara de pasar la noche
con un negrazo de ébano y serpiente
de Alabama. Muy bocú.


Vuelvo a lamentar lo explícito de mi comentario.
Es que sufro en silencio.


Pero es los viernes
que se me alegra un poco el corazón.
Me cambian las perspectivas
o mejor dicho la perspectiva
e igual que si estrenara gomas
como un tirachinas la existencia
me lanza en un vuelo por el que mundanamente
y a mi manera, transito feliz.


Porque hoy se puede
con todos los dolores.
Hoy la popa es la popa
e inevitablemente y por nomenclatura
acabará por quedar donde le corresponde:
detrás.
Porque hoy recogeré hojas
de todos los colores.
Me comeré algunas.
Me fumaré otras.
Quizás en otras escriba
algo que merezca la alegría.
La pena en su vertiente más azucarada.


Hoy estamos vivos.
Me gustaría hacer cosas de vivos.
Saber
que a través del filtro del cuerpo pasajero
la vida no es un regalo
sino un ala delta
y que de mi cintura cuelga
una bolsita donde como canicas de goonies
guardo piedras preciosas que recojo
y que calientes miro y acaricio
como un latido tangible
entre todos los ratos de ataraxia.


Que nadie discuta mi alegría.
Mi esperanza es grande, lo sé
es ella
quien hoy acaricia mi barba.


Esteban, sonríe!
Y eso es lo que hago.

11.08.2010

Revelación

Me he comprado un libro que tiene buena pinta
tengo el móvil lleno de chorradas
cuatrocientas mil canciones en la mano
y de paso hay un repartidor de gratuitos
que a veces traen también un caramelo.


Ni con esas es buen primer sitio del día
este autobús abarrotado. Con los perfumes
las mochilas y la vida con tanto olor a sábana
y a lavabo de niña y a viejos
que me pregunto dónde coño irán siempre tan temprano.


Ni siquiera con estos profundos pensamientos
es buen sitio.
Aquí la gente es blanda
parecen una sala de estar incómoda y andante
recuerdan el papel que ayer dejaron
siguen siendo la misma estúpida marea
donde se pierden los brillantes y los sueños
y aún las comisuras llevan leche
y olor a cigarrillos infantiles.


Es incómodo pensar que uno
se podría estar muriendo entre toda esta gentuza
sin haberte dicho apenas
que te quiero
que me perdones el pesimismo, que tú ganas
que la vida es un lugar maravilloso
que gracias
sobre todo por mirarme de esa forma.


Y es que es tan tierno
que tú también existas a esta hora
hecha un ovillo
que hasta decir mundo se vuelve soportable
y yo necesito bajarme en la siguiente
descalzarme y correr hasta tu casa
entender que la injusticia y que la prisa
sean sólo esto, que tú existas
y que yo sea incapaz de vivir siempre.

10.28.2010

30

Fumo y contemplo
desde la madrugada
estos treinta pasos, estas treinta vidas.


Pasaremos por alto los tirones de orejas
nada de velas ni soplidos.
No pienso llevar sugus.


Vejestorio soy
que alguien se lleve de aquí mi mal carácter
y tú, pequeña, trátame con cuidao
manipúlame con guantes
menéame con mucho tiento
y, sobre todo,
duerme tranquila y a mi lado
sueña por y conmigo
acércate
ven a descumplirme cada año.

10.19.2010

Rana

En este mundo con su cara de octubre
y las nubes pintadas
de pluma densa, yo existo
desde detrás del espejo y de la culpa
allí donde los adjetivos se apocopan
cambiantes o inseguros
como si nada durara lo bastante.


Alegrías en carambolas y en alambres
rebotando planas sobre el agua
en contacto de superficies imposibles
perfectas para el vuelo. Piedras
y lagunas, ondas y buceos
hasta el pecio más intangible
y la felicidad dentro del alma
como un puñado húmedo de arena.


Así de tu piel a tu piel el salto
se prolonga a medio centímetro del agua
como el cimiento aéreo de una estela.


Así se cubre de playas el asfalto
los adjetivos recuperan autoestima
y viven mis labios, contentos de ser piedra.

10.08.2010

pieses


Han pasado soñando descalzos
por los tiempos de las fotos que ahora encuentras
sorprendida de todo lo que cambió tu voz
molesta por haber crecido tanto.


Torciditos así
como mirándose
que uno es capaz de bosquejar tu infancia
y las ganas siempre de marcharte
hacia el lugar que imaginando construyes
de poblada soledad para más tarde
cuando el sol es distinto y tuyo
y casi abarcable como un sueño
caliente, en la palma de la mano.


Los amo y los temo, a veces los sujeto
sin vocación de argolla, los observo
como el tenso despegue de un cohete.




Sólo ellos saben dónde ir.
La noche aún es oscura.

9.28.2010

Korea

Se hace casi tarde.
Es más corto si coges la emetreinta.
Ya sé que no te gusta ese camino.


Se hace casi octubre
la gente ha vuelto a olvidarse
de lo pronto que anochece.
Tú no te olvidas y aparcas
retrocedes lo justo en el tiempo
hasta que todo sabe a futuro.


Y no hay vapor
que le recuerde al labio que llora
como no hay mundo
que exista a más de medio metro.
Todo el humo salió por la ventana.


Ahora mírame un segundo y vuelve
por el camino que te guste.
Ya no es tarde para nada.

9.18.2010

I

Antes que escribiendo, envidiando
no ser García Montero, Benedetti,
estiro hasta aquí la madrugada
que por hábito me tiene trasnochando
derrotado en la guerra que mantengo
sobre el filo de la última calada.


Me voy a ir construyendo de retales
pensaré qué sonrisa para el jueves
qué caída de ojos el domingo
qué puntas de lanza intercostales
trataré de ocultar bajo el abrigo.
Qué alero de soledad cuando amanece.


Así que me quedo escuchando la tormenta
que miramos alejados pero juntos
mientras el mundo se vuelve innecesario.


Que un rayo parta en dos la tierra
y a nosotros nos confunda con el humo
sin certeza de dirección, pero volando.

9.02.2010

Gin Tonic

Desde el mal llamado culo
desde la base pasando
por el limón y por el ácido
rompiendo el hielo y rotándolo
inexplicables burbujas en respiración
anhelante, luchan sin saberlo
por una superficie que seguro
habrá de reventarlas, al contacto.

Y como yo, ya aire
quizás en su nuevo conjunto
acomodadas a la atmósfera se alegren del cambio
sean respiradas
mezcladas con besos o con humo
pasen de ser pompa y de ser nada
a ser saliva y labio
a ser muerte en absoluto.

Mientras alrededor pasa la vida
flotando.

9.01.2010

Faltas

Es improbable
que desaparezca el mundo como piensas
que las voces dejen de llamarnos
que hasta los ecos del viento
olviden nuestro nombre.

Que se anulen las distancias
que sólo el diámetro que nos separa sea seguro,
esa campana, y más allá
un bullicio detrás de las espaldas
donde la gente irremediablemente cae por un barranco
del que nadie pudiera despertarse
ya nunca.

Improbable
que la realidad que el bien
se te volvieran subjetivos
que tus labios, rencorosos,
o que simplemente me abrazaras
para dormirme tranquilo y en silencio.
Sin relojes Sin recuerdos
Sin mañanas.

8.23.2010

Foto

Sobre los espejos miras al mar
encojes los hombros
entornas los oídos y un viento
que es difícil decidir de dónde viene
te mantiene el pelo suspendido.


Qué fácil
cuando la ventana es un acantilado
y la eternidad una foto de tu espalda

6.15.2010

Esclavos

Si yo creyera en el futuro de otra forma
el horizonte que trabajo
si fuera más distendido y más amanecer
de esos sin soledad sin miedo
sin luz entre macabra y hermosa
siempre en el medio funambulista de una cuerda
quizá sencillamente si yo
creyera en el futuro
cómo no imaginar la mañana de estación
el aeropuerto
en que seamos de nuevo dos extraños
abrazados tú cargada
con el polvo
y me refiero del camino
ejem
yo tanteando tus cambios
ese nuevo matiz imperceptible
la diferencia entre tú y la que sueño
sin metáforas
también sin querer a veces pero nítida
y hondamente.


Si yo creyera en el futuro de otro modo
vería barcos en las nubes
de ciudad y ciudadela
mi pequeño jardín de jardines y otras sogas
igual a hilos quizá de marioneta
cadenas de fantasmas
estacas de madera, límites
esféricos de agujas en donde se fusila
con números romanos un tiempo
ahora ya visiblemente cárcel
Si yo
pensara en el futuro
como una sucesión nada más
como una fecha segura
no sabría cómo plantearme tu presente
de arenas, amor, que yo no tengo
panes de azúcar y pueblos
que siempre dan al mar
y al amanecer
a la sal en los labios y a las habitaciones de madera
a las bicicletas
y al resto de lugares donde creces
hermosa e inasible
yo no tengo
más que mi nombre
y una mano tendida
vacía, lo siento
sólo con un puñado de palabras
y ganas también de desnudarte
unos dedos pobres
probablemente sucios
hacedores de muescas y cigarros
la poesía les queda al preguntarse
también lejos
o dónde estás o cuándo duermes
o qué respiras o tal vez
si tú también
me echas de menos.


Necesito que vuelvas
que me digas
me recuerdes callada en el oído
que tal vez el futuro
el dichoso futuro
sea un lugar hermoso.

5.28.2010

Quién dijo cien

Equipo de tarde con piolé
saco, agua fresca
ya sabe dónde vamos a dormir
o al menos sabe
que dormiremos bien y juntos
ante la orilla
de sal o asfalto
en el desierto o el bosque
en las ruinas que visita
mientras yo madrugo
y tengo que vestirme
al menos sabe eso
tan importante.


Manta bastón rueda
piloto de perfiles
toda ella
la media sonrisa
la media nariz la media boca
la mano derecha que de reojo me busca
en ese poco tanto tiempo
que ha llenado los televisores de nieve
en el blanco y negro de las fotografías
y los recuerdos de las nueve de la tarde.


Redondez de arista
no sabe
que ya he preparado la ropa de mañana
que suelo comer solo cada día
que me duermo en el metro
leyendo
a veces muy cansado
pensando en ella.


No sabe
que han congelado los salarios
que me he cortado el pelo
que estoy pensando en comprarme una camisa
ni la cara
que tengo a las siete al despertarme
o al buscar en el mapa Cochabamba
con lo mal que suelo andar de geografía.


La orfandad dominical
la inexistencia vespertina
lo igual
lo igual de igual que se han pasado
lentamente
estos
cien
días
ni frente a qué costa de hormigón
ni ante qué espejo
ni qué batalla ni qué huída
ni qué cielo.


Ella
simplemente sabe
dónde vamos a dormir.
Eso
tan importante.

5.04.2010

No es triste todo lo que reluce

Siempre me han dicho que lo que escribo es bastante triste. Vale, entiendo que no soy la alegría de la huerta, y que desde cierto punto de vista puede parecer exactamente eso, pero yo, egosubjetivacéntricamente hablando, opino que no es cierto. O no del todo.

Prefiero pensar que trato de ser irónico, aunque la diferencia quizá sea demasiado sutil. Lo que escribo es simplemente una esperanza. Una liberación. Realmente aún sueño con un mundo pequeño y amable en que mire a las cosas y éstas me devuelvan una mirada diferente. Aún creo en la paz. Aún creo en las palabras. Aún creo que se le puede dar otro significado al término victoria.

También diré que si que es cierto que le encuentro cierto puntito hermoso a la nostalgia, a la melancolía, a ese catacrack que a veces uno oye romperse en el pecho. Hay soledades duras y frías que gracias a las palabras no quedan tan tristes ni tan vacías. Gracias a ello uno puede darles un motivo, mirarlas y entender que pese a pequeño siempre hay un porqué para todo, aunque sea según las absurdas reglas de la existencia, la sociedad, y todos los derivados de la inagotable estupidez humana, aunque sea según un reglamento que no consideramos justo. Siempre hay un porqué. Si no lo vemos no es que no exista, sino que nos cerramos en banda para no entenderlo. Para no aceptarlo.

Más que llorar en vano
prefiero gritar en vano.

“No está mal, como plan si uno quiere ser feliz, intentar entender antes los posibles caminos de la tristeza. Es como conocer el movimiento de las serpientes, has de saber hacia dónde va a moverse si lo que quieres es cortarle la cabeza.” (Haid Qda Esho. Califa, Emir y artista, en general).

Arrullo

Entre las primeras escalas de valores
como de música recuerdo
en primer lugar las mañanas de sábado
mi madre la leche los peluches
el ordenador los bollos los balones
y la playa siempre
como un sueño
a lo largo de todos los veranos.


Me he comido la ilusión
me la he fumado
no culpo a las personas
que la encuentran detrás de cada esquina
supongo que tendremos
impresiones diferentes
en cuanto a la palabra derrota.


Son las ilusiones que la gente se hace del futuro
las pocas piedras
con que escriben los guiones de sí mismos
mientras no calculan que se rinden
cuadriculando porvenires
burocratizando mentes maravillosas
haciendo del mundo poco más
que una oficina.


Qué escala estos días qué valores
acaso atañe algo
dónde duerman ahora mis peluches
al fondo de qué portería inexistente
junto a qué red invisible
descansan ahora mis balones
cuál es el pozo del que brotan y medran
los fantasmas.
Al parecer
según lo que la vida nos enseña
todo importa más o menos tres cojones.


Sonrío. Relleno el vaso de leche
trasnocho pienso cojo frío
arrullando las cuatro cosas
que si bien no quitan de la muerte
me mantienen hoy caliente y vivo.

4.22.2010

Cámara en mano

A veces en mitad del día
uno se vacía por dentro.
La tarde entra en una franja
en la que no giran nada más que los relojes
y la vida
pasa por la calle con cara de entretiempo
a la misma velocidad escueta
en la que suelen crecer las plantas.


A veces un día es un paréntesis, un flotar
cámara en mano grabándose a uno mismo.
Para ahora que es de noche ponerme la cinta,
verme hablar, caminar, estrechar manos
y hasta casi ser humano en un par de momentos.


Guardaré la grabación una semana
por motivos de seguridad
pero a partir de entonces será sólo
la arruga más profunda de las comisuras
que besa en el aire cuando pasa
el calendario.


No habrá de este día
más que un hueco,
un páramo sin gasolineras.

4.21.2010

Opciovarietividades.org








A primera hora de la mañana
esta foto significaba una cosa.




Ahora, a mediodía, va significando otra.
A última hora de la noche, será sólo una foto. Algo para mirar.




Ya no recuerdo qué significaba cuando la tiré.

Recen por mí



A Millet.
En silencio.

.


Angelus perpetuo, oración
de día encapotado y mañanas amables
bajo los que parecen últimos cielos grises
antes de los primeros brillos del asfalto
y de las primeras tardes de parques atestados
con gritos de niños y balones.

Oración escuchada
de dos agricultores que han estado siempre muertos
que desconocían el peso de sus voces
atemporalmente ajenas
en plena demostración de eternidad
sin tilde pretendida pero puesta
en la humildad con la que ciertas almas
hacen ciertas cosas
inalcanzables para el resto.

Quizá solo pidieran
por lo que el tiempo al final ha concedido.
Él ya no recogerá su horca, esa carretilla
va a quedarse siempre exactamente donde estaba
y a sus pies el modesto capacho va a durarles
para el resto de sus días.

Pero ahora las almas son distintas,
también las oraciones. Los tiempos
cambian.

Tantos días desde entonces
tantos siglos y sin embargo
dos únicas maneras de ser eternos: la suya
y esta mía.