5.04.2010

Arrullo

Entre las primeras escalas de valores
como de música recuerdo
en primer lugar las mañanas de sábado
mi madre la leche los peluches
el ordenador los bollos los balones
y la playa siempre
como un sueño
a lo largo de todos los veranos.


Me he comido la ilusión
me la he fumado
no culpo a las personas
que la encuentran detrás de cada esquina
supongo que tendremos
impresiones diferentes
en cuanto a la palabra derrota.


Son las ilusiones que la gente se hace del futuro
las pocas piedras
con que escriben los guiones de sí mismos
mientras no calculan que se rinden
cuadriculando porvenires
burocratizando mentes maravillosas
haciendo del mundo poco más
que una oficina.


Qué escala estos días qué valores
acaso atañe algo
dónde duerman ahora mis peluches
al fondo de qué portería inexistente
junto a qué red invisible
descansan ahora mis balones
cuál es el pozo del que brotan y medran
los fantasmas.
Al parecer
según lo que la vida nos enseña
todo importa más o menos tres cojones.


Sonrío. Relleno el vaso de leche
trasnocho pienso cojo frío
arrullando las cuatro cosas
que si bien no quitan de la muerte
me mantienen hoy caliente y vivo.

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