10.08.2010

pieses


Han pasado soñando descalzos
por los tiempos de las fotos que ahora encuentras
sorprendida de todo lo que cambió tu voz
molesta por haber crecido tanto.


Torciditos así
como mirándose
que uno es capaz de bosquejar tu infancia
y las ganas siempre de marcharte
hacia el lugar que imaginando construyes
de poblada soledad para más tarde
cuando el sol es distinto y tuyo
y casi abarcable como un sueño
caliente, en la palma de la mano.


Los amo y los temo, a veces los sujeto
sin vocación de argolla, los observo
como el tenso despegue de un cohete.




Sólo ellos saben dónde ir.
La noche aún es oscura.

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