10.19.2010

Rana

En este mundo con su cara de octubre
y las nubes pintadas
de pluma densa, yo existo
desde detrás del espejo y de la culpa
allí donde los adjetivos se apocopan
cambiantes o inseguros
como si nada durara lo bastante.


Alegrías en carambolas y en alambres
rebotando planas sobre el agua
en contacto de superficies imposibles
perfectas para el vuelo. Piedras
y lagunas, ondas y buceos
hasta el pecio más intangible
y la felicidad dentro del alma
como un puñado húmedo de arena.


Así de tu piel a tu piel el salto
se prolonga a medio centímetro del agua
como el cimiento aéreo de una estela.


Así se cubre de playas el asfalto
los adjetivos recuperan autoestima
y viven mis labios, contentos de ser piedra.

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