11.22.2010

Espe

Lamento el vocabulario
pero es tan prosaico, tan poco poético
tan incómodamente doloroso
este malestar anal que a veces
despierto como si acabara de pasar la noche
con un negrazo de ébano y serpiente
de Alabama. Muy bocú.


Vuelvo a lamentar lo explícito de mi comentario.
Es que sufro en silencio.


Pero es los viernes
que se me alegra un poco el corazón.
Me cambian las perspectivas
o mejor dicho la perspectiva
e igual que si estrenara gomas
como un tirachinas la existencia
me lanza en un vuelo por el que mundanamente
y a mi manera, transito feliz.


Porque hoy se puede
con todos los dolores.
Hoy la popa es la popa
e inevitablemente y por nomenclatura
acabará por quedar donde le corresponde:
detrás.
Porque hoy recogeré hojas
de todos los colores.
Me comeré algunas.
Me fumaré otras.
Quizás en otras escriba
algo que merezca la alegría.
La pena en su vertiente más azucarada.


Hoy estamos vivos.
Me gustaría hacer cosas de vivos.
Saber
que a través del filtro del cuerpo pasajero
la vida no es un regalo
sino un ala delta
y que de mi cintura cuelga
una bolsita donde como canicas de goonies
guardo piedras preciosas que recojo
y que calientes miro y acaricio
como un latido tangible
entre todos los ratos de ataraxia.


Que nadie discuta mi alegría.
Mi esperanza es grande, lo sé
es ella
quien hoy acaricia mi barba.


Esteban, sonríe!
Y eso es lo que hago.

1 comentario:

Ana Himes dijo...

Loved n lovin´it.
De eso se trata, de minimizar los momentos de desasosiego (físico o mental) y de elevar a la n potencia aquellos en los que voluntaria o involuntariamente hemos de smilear
;)
Enjoy the trip!