8.29.2007

Labio de arena


Escribiría de ti, pintaría
en un papel blanco, sin pasado,
la nostalgia futura que te intuyo.

Conozco de ti apenas
un parpadeo
la sílaba correcta
el labio de arena que pronuncias.
Conozco de ti nada, y sin embargo
tengo la impresión de recordarte,
de saberte de algún modo
si te aprendo despacio mientras tanto.

Te escribiría quizá
si no me convenciera mucho de no hacerlo
si pensara
que son guión inacabado los poemas
y no una hoguera insomne en que he quemado
tantas pieles engañosas de los sueños.

Hoy tiene otro nombre la nostalgia
la define una palabra que aún no existe
con un contorno difuso aunque certero.
De este modo es más generosa la esperanza,
su vuelo vesánico, su alpiste
esparcido por fuera de las rejas de momento.

Pero ahora que es septiembre
que tras la esquina se acumulan
los coches y el otoño;
Ahora que es de noche, que Madrid
se torna otra vez repleta y sucia,
es cuando importan ciertas cosas
que no abultan más que un parpadeo, o ese labio
de arena en que me baño y que pronuncias.

Te escribiría, ya ves, si no existiera el miedo
y también si no tuviera
algo hermoso que decirte.