9.28.2007

...por todos lados

Todo tan vulgar tras los cristales
castra mi perfecto a cada paso
en que hago caso a la ley que nos gobierna.
Dejo en tierra entonces la coherencia y aún las piernas
incapaces de llegar a donde trato.

No sé bien cómo explicarte que más lejos,
donde el viaje es siempre solo están mis cosas
y últimamente subvencionan mi peaje tus retratos
que si bien no están en la pared, por Dios te juro,
que cuelgan de Madrid por todos lados.

La canción que inventas

Dudar así de ti siempre me lleva
a tener que pensarte a cada paso
y se revela si piensa en no tenerte
este ingenuo que palpita entre mis brazos.

Practico el olvidarte desde lejos
que hay almas que no están para más golpes,
muñecas que se rompen y te anhelan,
poesías que no vuelan y se pierden
crispadas en las manos que te esperan.

Dudar así de ti, como de todo,
no es injusto azar que tú no te merezcas.
Poco será el dolor que te procure
comparado con la ausencia que me espera.

Conozco tus mentiras, las que a todos
aplicaste como opio a sus acciones.
Das y quitas alas a tu antojo,
pones vendas, bordes, nublas ojos
esclavos en potencia, corazones
en despojos de acordes que te inventas.

A medio metro

En este mismo sitio hubieron ojos
pero hay ahora túmulos que hablan, que improvisan
letanías o cantos desde el otro lado del desierto
ése que tú adornas de pirámides y soles.

De ti a mí apenas medio metro
pero jamás existió mayor distancia
de la que sueño y recuerdo cada noche
a la que hablaba conmigo esta mañana.

Hoy he comprendido
que el mayor impedimento de estos muros
es que ya nadie va a treparlos.

9.26.2007

Aclaraciones

En mi vida hay pocas cosas que guarden un orden como tal. Mis horarios son impredecibles, mi cuarto es, una semana sí y otra también, una especie de leonera; mis “luego te llamo” suelen convertirse en una disculpa varios días después al no haber cumplido yo con mi afirmación; incluso son desordenados y criticables mis hábitos de higiene...o su ausencia.

La única cosa que ordeno y mimo (además de al bueno de mi perro), es este insignificante blog y las cosas que en él hay escritas. Me gustaría, por otra parte, que esta especie de poesías que aquí aparecen tuvieran mayor nivel, que hablaran de sentimientos que pudieran ser fácilmente reconocidos...me gustaría, no lo voy a negar, que a la peña le molara lo que escribo. Pero hete aquí que hace tiempo me di cuenta de que me quedaba a mitad de este camino, o antes. Decidí, pues, hace cosa de un año y medio que iba a escribir para mí, hablándome a mí, con cosas que quizá sólo yo pudiera entender aunque luego aparezcan aquí en esta página.

La poesía, en sí, es hermosa. He leído varios poemas que me han hecho saltar las lágrimas, estar triste o contento, o incluso ponerme la piel de gallina cada vez que los leo. Es una chorrada que cada vez adivino más anacrónica y totalmente fuera de lugar, pero es así, así es como lo siento. Ojalá alguna persona sintiera alguna vez una de estas cosas cuando leyera una poesía mía; por eso las sigo colgando aquí. Por eso y porque me apetece, joder.

Cuento todo esto para explicar que jamás se me ocurriría utilizar este espacio que amo (sin duda por alguna deficiencia psíquica) y que es siempre mi ventana hacia dentro y mi esperanza a la vez, como una vulgar arma arrojadiza donde diera rienda suelta a mis antipatías y las dejara campar a sus anchas. Para mí, y aunque sólo sea para mí, las poesías, aunque modestas, son importantes.

Si alguien se ha ofendido con algo de lo que aquí tengo puesto, ruego me disculpe y entienda que no ha sido mi intención en ningún caso el tratar de crear malestar. De igual modo digo, aunque nunca pueda explicarme del todo, que estos escritos son dibujos que me hago de un sentimiento; con esto intento decir que nadie salvo yo entiende realmente por qué utilizo esta expresión o la otra, este símil o el otro, esta tuerta metáfora o la otra.

Si al escribir tuviera que estar pensando que alguien pudiera ofenderse con alguna de mis cosas: apaga y vámonos. Entonces nunca escribiría.

Las poesías, igual que los libros, son de quien los lee. Me reitero en mi esperanza de que nadie se ofenda: NO ES MI INTENCIÓN ni lo ha sido nunca, pero de igual manera digo que las poesías son así y así se quedan. Son mi único territorio en propiedad, son libres y además, salvo notablemente mejores, no podrían ser de otra manera.


Un saludo.
Esteban
26- septiembre- 2007

9.21.2007

Resaca

Amaneció y tardé mucho en acordarme de su nombre.
Dormía a mi lado aún cuando el domingo
se dejaba ver a través de la ventana y no sabía
que en aquella habitación y aquella cama
seguía siendo sábado y de noche.

Su piel, de día, era ya sólo piel a medias;
idem los ojos, el pelo corto y liso,
los iris verdes que me miraban
preguntándose por qué yo ya no sonreía.

Maldita sea la luz de los domingos
que precede a la de toda la semana,
el dolor de cabeza al despertarme,
su ropa y la mía por el suelo, ahora visible,
esparcida igual
que los tablones de un barco naufragado.

Lástima que Moratalaz siga sin playa
y el suelo de su piso quede lejos de ser cualquier arena;
así no hay quien soporte los naufragios.

Me voy a casa le dije,
se hace tarde,
mañana será lunes todo el día,
yo volveré a mi búsqueda y mi sombra, y tú...
tú ya no serás nada.

9.05.2007

Curiosdad


A veces es la vida
llenarse de ayer
dejar el futuro para luego,
saber que no necesito más de lo que llevo
impreso en la piel y en las pupilas.

Mañana existe ya
pero no hay prisa;
es aún un rumor sólo
con talante de niebla y de relojes
que no tienen agujas todavía.

Yo voy recortando el calendario,
pego en un papel los días
que quisieron ser más que una fecha,
aquellos que no fueron otoño solamente.

Con los otros prendo hogueras
y también hago poesías.

Pero ahora es de noche
y es hermosa.
Me voy a echar en el suelo,
le dejaré al cielo que me hable
para recordar así que sigo vivo
con una curiosidad inentendida
y esta esperanza inevitable.