9.16.2009

marteslunes

Tendré que ser amable
intentar no cagarme
en cada uno de los hijos de puta
que me cruzo todas las mañanas
con almas tristes como charcos
de alcohol después de la verbena.

Pediré las cosas por favor
aun cuando me atienda
desde detrás de la puerta
la gorda que regenta la farmacia,
mirándome con recelo también los porteros
de las casas donde acudo honradamente
y el segurata del Open24
que todavía me sigue cuando entro
pese a que lleve ya más de seis años
entrando a comprar el pan todos los días.

Trataré de pasar del mendigo
que me pone mala cara porque
le he dado sólo treinta céntimos,
de la recepcionista/modelo
que me ha mirado mal cuando he llegado
sudando a un bufete de lujo
cargadito de papeles.
Me pregunto si acaso
la muy zorra
sabrá que aparte de los bemeuves
en los que chupa pollas
también existe el metro.

Bueno,
pues como cada día
tendré que pasar de casi todo, intuirte
como una luna al final de la semana, sólo espero
que mañana
si te sigo sintiendo tan lejos como ahora
no tenga intención nadie
de venir a tocarme los cojones.