3.23.2010

En horas de oficina

En un impulso, una cuerda
tensada que me saca hacia el lunes
que me lanza, dejando un trepidar sonoro tras mis piernas
hacia el día buscando sus finales
amoldándome a todos los recodos
y los nombres no tan aleatorios de las calles
en las que hoy no me ves mirarte
por las rendijas que deja el calendario,
y también detrás de los cristales
de los coches que frenan cerca mía.

De la necesidad constante a la premura
de ansias con las que sobrevolar por ciertas horas
sombrías entre las cejas, mugrientas
en las junturas como cañones de las baldosas,
lejos de la ternura coincidente de tu sueño
y de la significación de las palabras al oído.

Es el más largo de todos los caminos
éste que a estas horas yo no sé explicarte.
Este mes lento y primero de ausencias
que no se está pasando en uno
sino que se me está yendo
en todos y cada cual de los suspiros.