11.30.2010

Penúltimo día de noviembre

- Esta mujer está muy enferma, hay que llevarla a un hospital.
- ¿Qué es doctor?
- Un edificio grande lleno de enfermos. Y a veces no hay camas.





Hay que contar
con que las personas son personas
o que hay días que cavernas
con un sinfín de sombras confusas
aullando al otro lado.

Indefenso
ante la monotonía invernal y otros azares
dejo que me roben la cartera
vuelvo a casa, anulo mis tarjetas
y sólo aguanto ante la tele
hasta el tercer gol del Barcelona.

Ya lo sé, no me hago cruces,
peor es estar sin casa o compañía
con el frío
y este hermoso diciembre que nos coge
como cada año
con el pie medio torcido.

Ya lo sé
yo aún puedo permitirme
tener sueños y tabaco.
Y quejas banales.
La vida me sonríe.

Pero a cada uno
acaban por picarle sus pelotas.

Ya al final del día
que tuvo hermanos más alegres
es difícil de explicar la tristeza,
la melancolía de aviones surrealistas
y agentes de policía en VHS.
La carcajada
que se me ha muerto en el pecho
con la neumonía que ha matado a Leslie Nielsen.

Eso sí que ya
no venía a cuento.

1 comentario:

Ana dijo...

This is the end of the beginning..