7.09.2008

Paguémonos el cielo

Para Jesús, hace ya muchos años
y ahora
que no sólo tu nombre resucita.
Siempre gracias.
Ahora,
que te hago sitio en la agenda del abrazo,
ahora
que destripamos juntos madrugadas
y bolsas con ración de carcajadas,
ahora
que partimos la noche y la pana en mil pedazos.

Ahora,
que saco a gusto el gusto de encontrarte
y me haces sitio en tu casa y en el coche
y me regalas de ti tu mejor parte,
confieso
que no voy a poder pagarte
la deuda que por quererme te profeso.

Ahí estoy chaval: donde tu miras;
que no quiero de ti sólo las fiestas
ni una amistad puesta en propinas.

Sigamos pues construyendo este lenguaje
de signos, noches y rayas en el suelo.
Paguémonos el cielo y su peaje.