9.01.2010

Faltas

Es improbable
que desaparezca el mundo como piensas
que las voces dejen de llamarnos
que hasta los ecos del viento
olviden nuestro nombre.

Que se anulen las distancias
que sólo el diámetro que nos separa sea seguro,
esa campana, y más allá
un bullicio detrás de las espaldas
donde la gente irremediablemente cae por un barranco
del que nadie pudiera despertarse
ya nunca.

Improbable
que la realidad que el bien
se te volvieran subjetivos
que tus labios, rencorosos,
o que simplemente me abrazaras
para dormirme tranquilo y en silencio.
Sin relojes Sin recuerdos
Sin mañanas.

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