2.01.2007

paraserleídaentera

Podría decir
ahora que no me escuchas
que me dejaste solo
cuando más hundido estaba
cuando el mundo que debía existir alrededor ni me rozaba
cuando no sentía ser yo bajo la carne

Podría decir
que te marchaste
rebosando de escombros mi escombrera
dejándome tullido ante el espejo.
Yo, como un toro entrando al ruedo
y mientras tú
poniéndote el mundo por montera

Podría decir
que te odio
¡te odio!
por dejar desnudo el sueño
por alejar los labios de los besos
y velar lejos de mí las madrugadas

Me sería muy fácil
escribirte
la rabia que me brota de las manos
inventarme
cien mil pecados en las tuyas
quitarme las vigas de los ojos
hincharte la paja en tus pupilas

Pero hoy
que ha pasado al menos una vida
resulta que te quiero como antaño
y sigo tu estela sin hallarla
tan lejos de este otoño de mi cielo

Hoy
me faltan huevos
para seguir echándote la culpa
y desde esta noche atroz
(que es hermosa sin embargo)
en mi ventana
ahora que no puedes escucharme
confieso que no entiendo
cómo me podías amar de esa manera
porque incluso yo
que tanto y tanto me quería
me dejé solo
mucho tiempo antes de que tú
vencida ya
hicieras las maletas y te fueras
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por esta poesía. Ahora entiendo mejor que nunca la situación por la que está pasando mi amiga Jou. Joder me ha hecho hasta daño.