2.01.2007

recomendación

Qué quedará de ti cuando ceniza.
Quién serás cuando no seas
más que polvo y tierra en la colina.

Podrá alguien recordarte como quieres,
leer tu nombre al final de una poesía,
llorarte y, pese a mudo ya, enmudecerte.

Quién serás cuando los bosques ya no guarden
las dudas que sembraron los misterios.
Tú, empeñado siempre en estar muerto, quién serás
cuando de humo estéril, luz de gas,
conviertas tu tesoro en sólo un pecio.

No te ahogues en tu vaso y revive
y pídele a tu mano sus semillas,
que el que muere cada día, si escribe,
se verá siempre de algún modo en esta orilla
cicatrizando ausencia y muertes pese a todo,
siendo eterno ya, ¡que importa si ceniza!

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