2.23.2007

Iremos caminando

Ven niña, cierra los ojos.
Dame la mano que te llevo
donde nadie estuvo antes.
Levántate despacio, no despiertes,
sueña, engáñate si quieres
pero vente.

Ven,
vamos a un cielo como tú quieras de verde.
Vayámonos lejos –deambulando-,
a otro mundo al que no lleguemos nunca;
que me gusta contigo no llegar
y sí pensar
que poco a poco quizá vaya llegando.

Iremos caminando, como siempre.
Sabes que no tengo en qué llevarte.

Ven,
duerme conmigo en las estrellas
y no temas
que conozco hueco en un lugar
donde no hay que derrumbar persianas para verlas.

Ven...
prométeme que llorarás cuando te vayas
y que al oeste de tu mundo
volverás, para abrazarme, a aquella playa
oxidando corazones, cremalleras,
aprendiendo a amanecer como la orilla
que cimentó de arena nuestro rumbo
y decoró con sueños sus palmeras.

Iremos caminando, como siempre...
que ya sabes que no tengo en qué llevarte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy segura de que cualquiera se iría con la persona que pronunciara esta poesía y no sólo por dormir en las estrellas. Tiene mucha MAGIA.