El mayor problema no es
la altura de los muros
que entre tú y yo
razonablemente
se elevan.
El principal problema
es que ya nadie va a treparlos.
Hoy, enfrente de mí
después de tanto tiempo
que soy incapaz de conocerte.
Aún así
si me hubieras agarrado de la mano
y hubieras dicho solamente
vámonos,
la altura de los muros
que entre tú y yo
razonablemente
se elevan.
El principal problema
es que ya nadie va a treparlos.
Hoy, enfrente de mí
después de tanto tiempo
que soy incapaz de conocerte.
Aún así
si me hubieras agarrado de la mano
y hubieras dicho solamente
vámonos,
te habría seguido donde fuera.
Y es que desde entonces
nunca he vuelto a huir de esa manera.
Ya no hay precipicios detrás de los abrazos.
Es porque hay que seguir viviendo
que se desvanece la culpa y hasta el diablo
aprende a perdonarse.
Por eso hoy he comprobado
que amo a una mujer que ya no existe
que sonríe diferente
y me habla desde un lugar que no conozco.
Una mujer que nada vale,
una mujer que no recuerdo,
pero con tu boca y tus rizos,
con tus mismos ojos gigantes.
Es mejor...
...pero ya nadie va a treparlos.
Pese a todo esto
y tal como están las cosas
hubo un instante en que he pensado
que me agarrabas de la mano
Y es que desde entonces
nunca he vuelto a huir de esa manera.
Ya no hay precipicios detrás de los abrazos.
Es porque hay que seguir viviendo
que se desvanece la culpa y hasta el diablo
aprende a perdonarse.
Por eso hoy he comprobado
que amo a una mujer que ya no existe
que sonríe diferente
y me habla desde un lugar que no conozco.
Una mujer que nada vale,
una mujer que no recuerdo,
pero con tu boca y tus rizos,
con tus mismos ojos gigantes.
Es mejor...
...pero ya nadie va a treparlos.
Pese a todo esto
y tal como están las cosas
hubo un instante en que he pensado
que me agarrabas de la mano
y me decías solamente
vámonos.
vámonos.
1 comentario:
En mi cabeza le he puesto música. La música que cada uno de nosotros tiene por banda sonora de los momentos difíciles, cuando realmente vemos los estragos del tiempo y la ausencia. Siempre me ha impresionado la palabra desamor, por el proceso que implica y que duele.
Siempre me ha gustado el título de ese libro y lo aplico cuando leo tus poemas: "el dardo en la palabra".
Muchos besos, Esteban!!!
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