Esperar papeles importantes para otros
pero que a mí no me hablan
con la cara de lunes en los espacios libres
en los ríos que rodean los párrafos
y los sellos del juzgado,
hundidos alrededor de las grapas
que eternamente indolentes
se precipitan hiriéndoles el lomo.
Cojo los papeles y uno se puede imaginar
un campo de batalla
húmedo, con charcos, con arena
con algún oxidado alambre de espinas
y allí tirado un regimiento de cadáveres
y un soldado con frío
con un disparo en el bazo
que no termina de morirse.
Sólo sabe
que nadie va a ir a rescatarlo.
Eso es este lunes
papeles
y una desolación infinita.
3 comentarios:
Como el dibujo anime de la niña que se esconde debajo de una cama en la peli Kill Bill, que se come su propio sollozo, empujándolo dentro, muy dentro como una bigmac de escalofríos. O un rabo lleno de esmegma.
Qué puto asco. Sonreir un lunes por alguien que se desmorona, justo al mismo tiempo, como una duna ocre e infinita.
Sentirme tan pequeña acabará por deshilacharme, poco a poco, hasta la tibieza de mi médula. Hilvanada desde hace poco en el humo azul de tus cigarrillos indolentes, me estás dibujando guapa pero fea, lista pero tonta. Tuya, pero de otros. Tuya. Qué idiota.
Así son mis lunes. Así que no te quejes.
No me quejo,
de eso se trata.
Va en el contrato.
Hay que leer la letra pequeña.
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