zapatos del cable de la luz
igual que hacen
todos los paletos de mi barrio.
No me resulta tierno,
en las cortezas del Retiro,
escribir te kiero peke a navajazos
o pintarlo en la puerta de un retrete
como si eso tuviera algún sentido.
No soporto a los pichafrías
que van a un restaurante caro
con la muda planchada
y ponen lánguidos anillos de pedida
en el fondo
de la más triste copa de cava.
Pero si hay algo que odio
es a toda esa gentuza
que cree que madurar es cumplir años
comprar un traje
seguir guiones
olvidarse de poner los pantalones
y conformarse con soñar penosamente
lo que otros para ellos
ya han soñado.
Prefiero arrastrarme por mi historia
a ser un pez grande con anzuelo
dormitando de espaldas a un cadáver.
Apaga la televisión cuando te vayas.
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