4.20.2009

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Como un altillo olvidado mucho tiempo
como un armario
que se dejó de visitar hace años
como una caja en el trastero
que uno abre y encuentra
sus álbumes de niño
y todos sus coches de escalextrix.

Así mi mano jugaba
en el cajón infinito
de entre la cama y tu cuerpo.

Sellos en la piel.
Postales.
Incontables piedras de mechero.

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