Tuve un novio depresivo
y otro deprimente.
Tuve uno
que me acechaba en el portal
y me llamaba de noche dos años
después de separarnos. Fue el mismo
que intentó suicidarse
una tarde de agosto.
Tuve varios pinchadiscos
dos moteros, un marica,
cinco o seis machitos de gimnasio
y un actor que se creía
el puto rey del mambo.
Un fumeta, un surfero, un violinista
con unas manos prodigiosas;
un playboy, dos pintores, tres toreros
un poli y aquel geta
que se largó con una amiga y mi dinero.
Un músico francés al que mantuve
un mexicano exasperante,
un chileno empalagoso y muchos
muchos moros.
Aunque bueno, a decir verdad
yo nunca tuve ningún novio
pero escuché hablar TANTO de ellos
que casi son de la familia.
Los tuve más cabrones y más tiernos
más majos y más chulos,
pero todos aunque ya fantasmas
alguna vez me visitaron por las noches
para darme por el culo.